Gonzalo Pizarro, cantón de la provincia de Sucumbíos, enfrenta una grave emergencia sanitaria. Alrededor de 8.000 habitantes se encuentran sin acceso a agua potable, luego de que el río que abastece al cantón fuera contaminado por un acto criminal.
Bandas armadas perforaron el poliducto Shushufindi-Quito para robar combustible, lo que provocó un derrame de gasolina que alcanzó el afluente. Según denuncias de los vecinos, muchas personas llegaron a consumir el agua contaminada, ya que no notaron el olor a combustible de inmediato.
Desde entonces, la población depende del abastecimiento mediante tanqueros, mientras las autoridades trabajan en contener el daño ambiental y restaurar el servicio. El hecho ha generado preocupación por los riesgos a la salud pública y la vulnerabilidad de las infraestructuras críticas frente a actividades delictivas.
Sucumbíos, una zona históricamente golpeada por el crimen organizado y el tráfico ilegal de combustibles, vuelve a estar en el centro del debate sobre la seguridad y el acceso a servicios básicos.
