Un grito inconfundible que resonó en generaciones de televidentes: el “ta-ta-tá” del Profesor Jirafales, interpretado por el actor mexicano Rubén Aguirre, se convirtió en uno de los sellos más emblemáticos de El Chavo del 8, la serie creada por Roberto Gómez Bolaños que conquistó corazones en toda América Latina. Décadas después del fin de la serie, se reveló el origen de esta famosa expresión, una historia que conecta la infancia de Aguirre con la cultura popular televisiva.
Según contó el propio Rubén Aguirre en una entrevista con Multimedios Televisión, el “ta-ta-tá” no nació de un guion ni de una improvisación en el set, sino de una vivencia personal. Cuando era niño, en tercer grado de primaria, Aguirre tuvo un maestro que usaba una versión más pausada de esta frase cuando sus alumnos lo hacían enojar. “No era exactamente como yo lo hago. Él lo decía más tenue, como ‘ta ta ta ta ta ta’”, explicó el actor. Fascinado por esa expresión, decidió adaptarla y darle un toque más enérgico para su personaje, el Profesor Jirafales, convirtiéndola en un recurso humorístico que acompañaba sus momentos de indignación en la escuela o en la vecindad.
El “ta-ta-tá” se volvió un símbolo del carácter del Profesor Jirafales, un maestro de porte elegante y paciencia limitada, que lidiaba con las travesuras de personajes como El Chavo, Quico y La Chilindrina. Esta frase, junto con su romance con Doña Florinda y sus clases caóticas, consolidó al personaje como uno de los más queridos de la serie. La revelación de Aguirre, años después, no solo resolvió una curiosidad para los fans, sino que también destacó cómo un pequeño detalle de su infancia pudo transformarse en un legado cultural que trasciende generaciones.
