La Corte Suprema permitió este lunes, por ahora, que el gobierno de Donald Trump reinicie la deportación rápida de inmigrantes a terceros países.
La mayoría de magistrados no detalló su razonamiento en la orden emitida, aunque los tres jueces liberales discreparon. En su voto disidente, la jueza Sonia Sotomayor expuso que la decisión del tribunal expone a “miles de personas al riesgo de tortura o muerte”.
“El gobierno ha dejado claro, con palabras y hechos, que se siente libre de la ley y libre de deportar a cualquier persona a cualquier lugar sin previo aviso ni oportunidad de ser escuchado”, escribió en su voto, al que se sumaron las juezas Elena Kagan y Ketanji Brown Jackson.
A finales de mayo, el Ejecutivo estadounidense pidió al alto tribunal que suspendiera una orden judicial que permite a los inmigrantes impugnar sus expulsiones a lugares diferentes a su nación de origen y argumentar cómo ello pondría en peligro su seguridad.