Rafael Correa, expresidente de Ecuador, ha reaccionado con vehemencia a la renuncia de Jhajaira Urresta del bloque legislativo de la Revolución Ciudadana. Urresta justificó su salida alegando haber recibido chats ofensivos, supuestamente de Luisa González, presidenta de la Revolución Ciudadana, en los que se le habría llamado “tuerta de mierda”. Esta acusación ha desatado una fuerte controversia en el ámbito político ecuatoriano.
Correa desestimó contundentemente las afirmaciones de Urresta, declarando: “Puro pretexto. Ese chat no existe”. El exmandatario sugirió que un acto de “verdadera dignidad” por parte de Urresta sería renunciar a su curul en la Asamblea, puesto que obtuvo gracias al respaldo del partido RC5, en lugar de solo abandonar el bloque. Además, Correa insinuó que la posición de Urresta no fue resultado de “luchas sociales”, sino de una recomendación específica, y concluyó su mensaje con su conocida frase: “Seremos menos, pero seremos más. ¡Hasta la victoria siempre!”.
Por su parte, Luisa González no tardó en responder a la acusación de Urresta. La presidenta de la Revolución Ciudadana la desafió públicamente a hacer públicos los supuestos chats y se ofreció a entregar sus propios teléfonos celulares, computadora y contraseñas para una verificación pericial. Este cruce de declaraciones subraya la inmediata escalada de la disputa entre figuras prominentes del correísmo tras la renuncia de Urresta, atrayendo la atención pública sobre las tensiones internas del movimiento.
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