El mundo del tenis está de luto tras la trágica muerte de Radhika Yadav, una tenista india de 25 años asesinada a tiros por su propio padre, Deepak Yadav, en su casa de Gurugram, cerca de Nueva Delhi, el pasado jueves 10 de julio. Según las investigaciones, el crimen fue motivado por los celos del padre hacia el éxito profesional y financiero de su hija, así como por las burlas de su entorno, que lo acusaban de vivir de los ingresos de la joven deportista.
Radhika Yadav, quien destacó en el circuito nacional y compitió a nivel ITF, había dejado la competición profesional tras sufrir una lesión en el hombro. A partir de entonces, se dedicó a su pasión por el tenis como entrenadora, abriendo una academia en Gurgaon, una ciudad conocida por ser un centro tecnológico en India. Este emprendimiento le permitió alcanzar independencia económica y reconocimiento en las redes sociales, factores que, según reportes, intensificaron las tensiones con su padre.

Deepak Yadav, de 49 años, confesó haber disparado cinco veces contra su hija con un revólver calibre 32 mientras ella cocinaba, impactándola por la espalda. El tío de Radhika, quien vivía en el piso superior, encontró a la joven tendida en la cocina y, junto a su hijo, la trasladó al Hospital Asia Maringo, donde fue declarada muerta. La madre de la tenista, que estaba en la casa, afirmó haber estado encerrada en otra habitación durante el incidente, aunque no proporcionó una declaración escrita a la policía.
Himaanshika Singh Rajput, amiga cercana de Radhika, denunció en redes sociales el ambiente opresivo en el que vivía la tenista, señalando que su padre la controlaba constantemente y se sentía humillado por los comentarios de sus vecinos. “Le hizo la vida imposible durante años con sus críticas controladoras. Al final, hizo caso a supuestos amigos que envidiaban su éxito”, afirmó Singh. También se reveló que Deepak habría planeado el crimen con antelación, asegurándose de que la madre y el hermano de Radhika no estuvieran presentes.

Aunque algunas fuentes indican que Radhika no dirigía una academia propiamente dicha, sino que trabajaba como entrenadora independiente, su éxito y proyección en las redes sociales, incluyendo su participación en un video musical, habrían contribuido a las tensiones familiares. La policía de Gurugram, liderada por el inspector Vinod Kumar, continúa investigando el caso, mientras que Deepak Yadav permanece bajo custodia tras su confesión.
Alrededor de 150 personas asistieron al funeral de Radhika, dejando un profundo dolor en la comunidad deportiva y en quienes admiraban su talento y determinación. Este trágico suceso ha reavivado el debate sobre las presiones culturales y el machismo en ciertos entornos, que pueden desencadenar actos de violencia extrema.
