El expresidente de Ecuador, Guillermo Lasso, ha reaccionado públicamente a la confesión del asambleísta Ferdinan Álvarez, quien admitió haber viajado a Estados Unidos con el propósito de investigar al propio Lasso y a su familia, por pedido expreso del exmandatario Rafael Correa. A través de sus redes sociales, Lasso calificó el hecho como una “vergüenza”, señalando que “hoy sus verdades salen a la luz”.
La revelación de Álvarez se dio durante una sesión de la Comisión de Fiscalización de la Asamblea, que él preside. Aunque el compareciente esperado, Xavier Jordán, no asistió, envió un escrito en el que acusaba a Álvarez de pedirle financiamiento para un viaje a EE. UU. con el fin de obtener información sobre supuesta corrupción de Lasso. Álvarez, si bien negó interacción con Jordán, confirmó haber viajado a suelo estadounidense a solicitud de Correa para “revisar información que comprometía” a Lasso y a su entorno familiar. Según su versión, esta información “costaba 300 mil dólares” y sería pagada por Jordán, en comunicación directa con Correa.
Lasso no dudó en expresar su decepción, afirmando que los involucrados “nunca estuvieron interesados en el país” y lamentando que estos sean “los representantes de los ecuatorianos en un cuerpo tan importante como la Asamblea Nacional”. Este episodio subraya las profundas tensiones políticas que persisten en Ecuador y la recurrencia de investigaciones y acusaciones entre figuras de alto nivel de gobiernos anteriores y actuales.