Ecuador inició masiva repatriación de presos colombianos, generando tensión diplomática con Colombia. Más de 800 reclusos fueron trasladados a Rumichaca. La medida es parte del plan de Daniel Noboa para repatriar a 3.200 extranjeros, buscando optimizar el sistema penitenciario y reducir el hacinamiento.
Colombia calificó la acción como “gesto inamistoso” y “unilateral”, pues se realizó sin protocolo acordado, dificultando identificación y verificación jurídica de presos. Bogotá denunció incumplimiento del derecho internacional. Muchos reclusos recuperan libertad al cruzar la frontera si no tienen procesos pendientes, a diferencia de otras repatriaciones, lo que agrava la polémica bilateral.