El presidente Daniel Noboa justificó la reciente importación de energía desde Colombia, asegurando que la medida respondió a criterios económicos y de eficiencia en un momento crítico para el sistema eléctrico nacional.
“Comprar energía a Colombia era más barato que prender una termoeléctrica aquí en ese momento; estamos ahorrándole dinero al Estado”, explicó el mandatario este lunes, defendiendo la decisión de su gobierno ante cuestionamientos sobre el gasto y la dependencia energética del país.
La compra de energía al país vecino se concretó durante los meses de abril y mayo de 2024, en pleno período de crisis eléctrica provocado por la sequía y los bajos niveles en las centrales hidroeléctricas ecuatorianas. Durante esas semanas, Ecuador adquirió entre 4 y 5 gigavatios diarios a la red colombiana, lo que permitió evitar apagones más prolongados y reducir el uso de termoeléctricas, cuya operación tiene un costo mucho más elevado por el consumo de combustibles.
La decisión generó debate político y social, ya que sectores críticos cuestionaron el gasto y la planificación energética del Estado. Sin embargo, Noboa insistió en que la compra “no fue un gasto desmedido, sino una medida responsable para estabilizar el servicio eléctrico al menor costo posible”.
Actualmente, Ecuador mantiene contratos de importación ocasional con Colombia, activados solo cuando la demanda interna lo exige. El gobierno prevé que el plan de restauración de reservas hídricas y mantenimiento de hidroeléctricas reduzca la necesidad de compras externas en los próximos meses.
Con esta declaración, Noboa busca poner fin a las críticas y subrayar que la operación permitió “mantener la luz encendida en los hogares ecuatorianos y, a la vez, cuidar los recursos del Estado”.