Tomado Agencia ANSA
Los expertos aconsejan a las embarazadas desconfiar de los rumores y desmentir falsos mitos, creados a partir de información inexacta, lo que genera ansiedad innecesaria. Francesco Gebbia, ginecólogo y director de la clínica IVI en Roma, ayuda a aclarar algunos de los mitos más comunes.
El primero:”Es mejor evitar la exposición al sol. Esta afirmación es solo parcialmente cierta”, aclara el experto. “El mayor temor es el riesgo de cloasma gravídico, manchas oscuras en la piel causadas por cambios hormonales, pero un buen protector solar con FPS 50 reduce significativamente este riesgo”, dice.
Otro mito se refiere al consejo de evitar nadar en el mar y la piscina. “Pasear por la playa y nadar poco mejora la circulación, mientras que nadar en la piscina es excelente para hacer ejercicio durante el embarazo, siempre que el agua esté limpia y clorada. Sin embargo, se deben evitar los lugares concurridos para reducir el riesgo de infecciones vaginales”, explica el ginecólogo.
También existe la creencia de que beber agua fría es perjudicial para el feto. “No hay evidencia científica que lo respalde. De hecho, durante el embarazo, y especialmente en verano, es fundamental mantenerse hidratada, pero se deben evitar las bebidas heladas”, aclara.
Respecto al consumo de frutas y verduras crudas, el experto aconseja “lavarlas con bicarbonato de sodio o soluciones desinfectantes”. Y respecto a “comer por dos”, el ginecólogo explica que durante el embarazo se debe seguir una dieta ligera, rica en frutas y verduras, cereales integrales, proteínas magras y mucha agua.
Otro tema es el calor y el riesgo de parto prematuro. “Estudios recientes han demostrado una ligera correlación entre las olas de calor extremas y el riesgo de parto prematuro, pero nos referimos a temperaturas superiores a 35-37 °C durante períodos prolongados”, explica Gebbia.
“Una hidratación adecuada y el descanso en ambientes frescos ayudan a reducir cualquier riesgo”, agrega. En cuanto a viajar en moto o scooter, “se puede hacer con precaución, a un ritmo moderado y en carreteras lisas. Pero solo durante el primer trimestre. Después, es mejor evitarlo debido al riesgo de caídas y a las vibraciones que pueden estimular las contracciones uterinas”, advierte el experto.
Finalmente, es importante disipar los falsos mitos sobre el deporte y la actividad sexual. “Hacer ejercicio durante el embarazo es muy recomendable, siempre que no existan contraindicaciones médicas. Cada actividad debe adaptarse al trimestre y a las condiciones individuales”, explica Gebbia.
Además, mantener una vida sexual activa tiene múltiples beneficios: puede ayudar a mantener la salud del suelo pélvico, especialmente en el último trimestre, puede aportar beneficios tanto físicos como psicológicos a la pareja y puede ayudar a inducir el parto si se acerca la fecha prevista.