El senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, del Centro Democrático, falleció el 11 de agosto de 2025, 64 días después de un atentado que lo dejó gravemente herido, sumándose a la trágica lista de magnicidios que han marcado la historia de Colombia. Desde Rafael Uribe Uribe en 1914 hasta este último caso, el país ha sufrido la pérdida de figuras clave por motivos políticos, reflejando una violencia que persiste en su escenario público.
El primer magnicidio registrado fue el de Rafael Uribe Uribe, asesinado a hachazos en 1914 tras liderar a los liberales en la Guerra de los Mil Días. Décadas después, Jorge Eliécer Gaitán (1948) desató el ‘Bogotazo’ con su muerte, seguido por líderes como Jaime Pardo Leal (1987), Luis Carlos Galán (1989), Bernardo Jaramillo Ossa (1990), Carlos Pizarro Leongómez (1990) y Álvaro Gómez Hurtado (1995). Cada caso, vinculado a tensiones políticas, narcotráfico o conflictos armados, dejó heridas profundas en la sociedad colombiana.
Miguel Uribe Turbay, nieto del expresidente Julio César Turbay y e hijo de la periodista Diana Turbay, asesinada en 1991 por el cartel de Medellín, fue atacado el 7 de junio de 2025. Su muerte, tipificada como magnicidio por la Fiscalía, resalta la relevancia de su figura en la derecha colombiana y su papel como crítico del gobierno de Gustavo Petro. La investigación busca esclarecer los motivos y responsables de este nuevo capítulo de violencia política.
Estos asesinatos, desde el liberal Uribe Uribe hasta el conservador Gómez Hurtado y el reciente caso de Uribe Turbay, evidencian un patrón de ataques contra líderes que desafían el statu quo. La Fiscalía y la sociedad colombiana enfrentan el reto de romper este ciclo, mientras el país reflexiona sobre el impacto de la violencia en su democracia.