Jim Carrey, el aclamado actor estadounidense, ha concretado la venta de su icónica mansión en Brentwood, Los Ángeles, por 17 millones de dólares, tras casi dos años y medio en el mercado y una significativa rebaja desde su precio inicial de 28,9 millones.

La transacción, que se cerró la semana pasada, refleja un descuento del 41% debido a la lenta respuesta del mercado de lujo, influenciado por incendios forestales en California, el “impuesto a las mansiones” y la incertidumbre económica.

La propiedad, adquirida por Carrey en 1994 por 3,8 millones de dólares, se encuentra en el exclusivo barrio de Brentwood y abarca dos acres con 1022 metros cuadrados.

Construida en los años 50, la casa combina un estilo rancho con toques modernos, incluyendo cinco dormitorios, nueve baños, una cancha de tenis, una piscina con cascada, una zona de yoga y meditación, y un cine privado art déco. Sus seis chimeneas y una decoración lujosa destacan su privacidad y confort, ideales para celebridades.

A pesar de las rebajas y los impuestos locales, Carrey obtuvo una ganancia significativa respecto a su inversión inicial. La venta, gestionada por Graham Larson de Sotheby’s International Realty, coincide con el retiro parcial del actor tras su papel en Sonic the Hedgehog 3. Este hito inmobiliario marca el fin de una etapa para Carrey, quien busca alejarse de Hollywood.
