La Diócesis de Santa Elena separó al sacerdote D.S. de sus funciones pastorales tras denuncias ciudadanas sobre un presunto comportamiento inapropiado con menores en Olón. La Fiscalía abrió una investigación por abuso sexual, y la Iglesia activó protocolos para proteger a posibles víctimas, ratificando su política de “cero tolerancia” ante actos inmorales.
El caso se desató cuando moradores encontraron al sacerdote con dos adolescentes, uno en ropa interior y otro con una consola de videojuegos, según reportes. D.S. negó las acusaciones, alegando que los menores estaban con permiso de sus familiares para asistir a una celebración. La Diócesis expresó su compromiso de colaborar con las autoridades para esclarecer los hechos.
La comunidad de Olón exigió explicaciones a la curia, mientras Viviana Veloz, presidenta de la Comisión de la Niñez de la Asamblea, instó a la Fiscalía a intervenir con celeridad. El caso será incluido en un proceso de fiscalización sobre violencia sexual institucional y clerical iniciado en julio.