El asesor especial para Asuntos Internacionales de la Presidencia de Brasil, Celso Amorim, manifestó este miércoles su inquietud por el desplazamiento de tres destructores estadounidenses en el Caribe, cerca de las aguas territoriales de Venezuela.
Durante una comparecencia ante la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, Amorim sostuvo que no podía “esconder la preocupación” que genera la movilización militar norteamericana en una región ya marcada por tensiones políticas.
Aunque evitó emitir un juicio político directo sobre la decisión de Washington, el asesor del presidente Luiz Inácio Lula da Silva advirtió que el verdadero riesgo radica en que este tipo de operaciones puedan interpretarse como acciones unilaterales. “El crimen organizado debe ser combatido, pero con cooperación entre los países y no con intervenciones unilaterales”, afirmó.
El exministro de Relaciones Exteriores subrayó que el principio de la no intervención sigue siendo un pilar fundamental de la política exterior brasileña, históricamente sostenido por distintos gobiernos. Asimismo, recordó que Brasil mantiene con Venezuela una “relación de Estado”, más allá de no haber reconocido los resultados de las elecciones de 2024 que dieron un nuevo mandato a Nicolás Maduro.
Amorim destacó, además, que esta relación bilateral se sustenta en factores humanos y geopolíticos: actualmente unos 20.000 brasileños residen en Venezuela y, en los últimos años, cerca de medio millón de refugiados venezolanos han ingresado a Brasil. “Es un país vecino, y a los vecinos no se los elige. Brasil reconoce Estados, no Gobiernos”, concluyó.