Una nueva revelación del biógrafo Michael Wolff ha avivado la controversia sobre la relación entre Donald Trump y Jeffrey Epstein. En el podcast Inside Trump’s Head de The Daily Beast, Wolff afirmó que ambos compitieron en los años 90 por conquistar a la princesa Diana, viéndola como una oportunidad para ascender en los círculos de poder y prestigio social.

Según Wolff, tanto Trump como Epstein, figuras conocidas por su ambición mediática, intentaron cortejar a Lady Di con fines estratégicos. “Trump y Epstein compitieron. ¿Quién sería el primero en acostarse con la princesa Diana? Simplemente entendieron: ¿qué se podía obtener de alguien?”, declaró Wolff, destacando cómo ambos veían a Diana como un medio para ganar influencia.

El interés de Trump por la princesa no es nuevo. En entrevistas de 1997 y 2000 en The Howard Stern Show, el empresario insinuó que “podría haber” conquistado a Diana, describiéndola como una potencial pareja, aunque con comentarios despectivos sobre su estado emocional. Sin embargo, en 2018, Trump negó cualquier interés romántico, asegurando en Good Morning Britain que solo la conoció una vez en Nueva York y que la respetaba profundamente.

Por su parte, Selina Scott, amiga cercana de Diana, reveló en 2015 que Trump envió grandes ramos de flores al Palacio de Kensington tras el divorcio de la princesa con el rey Carlos III, un gesto que incomodó a Diana. “Trump veía a Diana como la esposa trofeo por excelencia”, afirmó Scott, describiendo el envío continuo de orquídeas y rosas como un “bombardeo floral”.

La revelación de Wolff agrega una capa más a la polémica relación entre Trump y Epstein, cuya amistad ha sido objeto de escrutinio público. Este episodio subraya cómo ambos buscaban aprovechar la imagen de la princesa Diana, una de las figuras más influyentes de su tiempo, para reforzar su posición en la élite global.
