Una cronología de los violentos incidentes entre los hinchas de Independiente y la Universidad de Chile detalla los eventos que llevaron a la suspensión del partido. La tragedia se atribuye a una serie de fallos, que van desde una mala organización en el estadio, la ausencia de barreras de seguridad entre las aficiones y una pobre comunicación a través de los altavoces. La violencia escaló cuando los aficionados de la U de Chile lanzaron una “bomba de sonido” hacia los hinchas de Independiente, lo que provocó un enfrentamiento masivo.
Además, el artículo revela la notable ausencia de la policía para controlar la situación y una desorganización en el desalojo de los aficionados. Las puertas por donde debían salir los hinchas visitantes estaban cerradas, lo que los dejó atrapados en medio del caos. El presidente del club chileno, Michael Clark, expresó su preocupación por los heridos y los daños al estadio, mientras la Conmebol ha iniciado una investigación que podría resultar en sanciones para ambos clubes.

Ambas hinchadas se culpan del origen de los incidentes. Los locales apuntan, naturalmente, a los seguidores laicos, quienes replican que reaccionaron frente al intento de los dueños de casa, ubicados inexplicablemente en la tribuna Pavoni inferior, apenas a metros de los visitantes, de arrebatarles los lienzos, considerados por los barristas como trofeos de guerra y como elementos virtualmente sagrados, según la óptica del que resulte afectado. Esto, incluso, fue advertido por la dirigencia de Azul Azul que asistió a la reunión de seguridad el día previo al cotejo. Desde la Conmebol tampoco se quedaron indiferentes: la cercanía de ambas barras podría generar problemas. Desde el cuadro transandino la respuesta fue clara: “no hay problema, siempre lo hacemos así”, señalaron.
Sin embargo, hay testigos que reparan en una notoria animosidad de los estudiantiles desde la salida de Chile. Uno de los fanáticos azules que viajó a Buenos Aires relató a El Deportivo que prácticamente desde el despegue hubo problemas. “La barra de la U venía exaltada en el avión, descontrolada”, explica el testigo.