Las tensiones entre Estados Unidos y Venezuela se han intensificado con el despliegue de buques de guerra estadounidenses en el Caribe. La medida, que forma parte de una misión para combatir el narcotráfico y el “Cártel de los Soles”, supuestamente liderado por Nicolás Maduro, se realiza bajo una directriz de Donald Trump. La operación involucra a 4.000 militares, submarinos y aviones. Estados Unidos acusa a Maduro de ser un importante narcotraficante y ha ofrecido una recompensa de 50 millones de dólares por su captura.
Como respuesta, Maduro ha rechazado las acusaciones, calificándolas de “show mediático” y de propaganda política. El mandatario venezolano ha ordenado la movilización de 4,5 millones de milicianos en todo el país y el entrenamiento de jóvenes para patrullar las calles. La escalada de acciones por parte de ambos gobiernos marca un nuevo y potencialmente confrontacional capítulo en la crisis entre las dos naciones.