Luis Enrique Z., alias Matatán, presunto cabecilla de Los Chone Killers, fue capturado por séptima vez el 24 de agosto en Durán, Guayas, con una pistola, municiones y $10,000 en su camioneta. Menos de 24 horas después, un juez de la Unidad Judicial Penal de Durán ordenó su libertad inmediata con medidas no privativas, como presentación periódica y prohibición de salida del país, según el Art. 522 del COIP.
Matatán justificó el dinero para la diálisis de un menor y negó conocer el origen del arma. La Policía, que registró la persecución y requisa en video, señaló que no justificó inicialmente la suma. Con antecedentes desde 2003 por robo, tentativa de asesinato, tráfico ilícito y asociación ilícita, el sujeto, de 37 años, también presentó un certificado médico por una enfermedad catastrófica.
El ministro John Reimberg criticó la decisión judicial, cuestionando: “¿Hasta cuándo los jueces estarán del lado de los delincuentes?”. La liberación de Matatán, identificado como objetivo de intermedio valor, desató controversia sobre el accionar de la Función Judicial en casos de delincuencia organizada.