A más de 15 años de la muerte de Michael Jackson, sus tres hijos —Prince, Paris y Bigi— han crecido bajo el peso de un legado monumental y la curiosidad del público. Cada uno ha tomado un rumbo distinto, desde la producción audiovisual hasta la música y el cine independiente, mientras enfrentan los retos de la fama y su vida personal. Aquí te contamos quiénes son y qué ha sido de ellos.
Prince Jackson, el mayor, nacido en 1997 como Michael Joseph Jackson Jr., es hijo de Michael y Debbie Rowe, la enfermera con quien el cantante estuvo casado en los años 90. Alejado de los escenarios, Prince optó por un camino detrás de cámaras. Estudió administración de empresas y fundó King’s Son Productions, una compañía audiovisual. Además, co-lidera una fundación benéfica en Los Ángeles en honor al trabajo humanitario de su padre. Recientemente, anunció su compromiso con Molly Schirmang, su pareja de más de ocho años, consolidando una vida estable y discreta.

Paris Jackson, nacida en 1998 y también hija de Debbie Rowe, es la más visible de los tres. Con un espíritu artístico que evoca a su padre, Paris es modelo, cantante, actriz y activista. Ha enfrentado desafíos personales, como problemas de salud mental y adicciones, pero a sus 27 años se destaca por su resiliencia. Ha desfilado para grandes marcas, actuado en series como American Horror Stories y lanzado música en solitario. Recientemente, se supo que terminó su compromiso con el músico Blue Long.

Bigi Jackson, conocido antes como “Blanket” y ahora como Prince Michael Jackson II, nació en 2002 mediante gestación subrogada, con la identidad de su madre aún desconocida. Es el más reservado de los hermanos y ha evitado los reflectores. Sin embargo, ha incursionado en el cine independiente, dirigiendo el cortometraje Rochelles, que le valió un premio en un festival. Bigi también muestra interés por causas ambientales y sociales, aunque recientemente fue noticia por una disputa legal con su abuela, Katherine Jackson, sobre la herencia de su padre.
Los hijos de Michael Jackson han sabido construir sus propios caminos, honrando el legado de su padre mientras buscan su lugar en el mundo.
