Dan Rivera, destacado investigador paranormal y miembro de la New England Society of Psychic Research (NESPR), falleció a los 54 años el pasado 13 de julio de 2025 en Gettysburg, Pensilvania, mientras participaba en una gira con la famosa muñeca Annabelle, conocida por inspirar la saga cinematográfica El Conjuro. Según el informe oficial del forense del condado de Adams, Francis Dutrow, la causa de muerte fue natural, relacionada con problemas cardíacos preexistentes. “El señor Rivera tenía un historial conocido de problemas cardíacos, lo cual es consistente con los hallazgos”, afirmó Dutrow, desmintiendo cualquier conexión sobrenatural con la muñeca.
La muerte de Rivera desató especulaciones en redes sociales, donde algunos seguidores vincularon el hecho con supuestas maldiciones asociadas a Annabelle. Sin embargo, las autoridades aclararon que la muñeca no estaba en la habitación del hotel donde Rivera fue encontrado sin vida, y no se observaron elementos inusuales o sospechosos en la escena. Jason Hawes, conocido por Ghost Hunters, pidió respeto para la familia del fallecido y rechazó las teorías conspirativas: “Es repugnante culpar a su muerte de cosas como la muñeca Annabelle. Fue un hombre de familia, un investigador respetado, y se fue demasiado pronto”.
Una vida dedicada a lo paranormal
Originario de Connecticut, Rivera se unió a la NESPR hace más de una década, trabajando de cerca con Ed y Lorraine Warren, célebres investigadores paranormales y antiguos custodios de Annabelle. Veterano del ejército estadounidense, Rivera participó en programas como Most Haunted Places de Travel Channel y 28 Days Haunted de Netflix, además de compartir sus experiencias en redes sociales, donde se volvió viral. La NESPR lo describió como una “presencia constante” y un pilar de apoyo, destacando su pasión por educar al público sobre lo sobrenatural.
Su relación con Annabelle
Rivera era consciente del aura que rodea a Annabelle, una muñeca Raggedy Ann supuestamente poseída. En una entrevista de 2022 con i95Rock, reveló que debía prepararse espiritualmente antes de manipularla, incluyendo confesarse y recibir la bendición de un sacerdote. En una ocasión, relató haber sentido escalofríos y temblores tras trasladarla, lo que lo llevó a abandonar el museo donde se resguardaba. A pesar de estas experiencias, las autoridades y colegas enfatizan que su fallecimiento no tiene relación con la muñeca.
La pérdida de Dan Rivera, padre de cuatro hijos y esposo devoto, deja un vacío en la comunidad paranormal. Su legado como un apasionado defensor de la investigación sobrenatural perdurará entre quienes lo conocieron y admiraron.
