La vida de Britney Spears vuelve a estar en el centro de la controversia. A casi cuatro años de haber recuperado su autonomía tras el fin de la tutela legal que controló su vida durante 13 años, fuentes cercanas a la cantante han expresado al Daily Mail una creciente preocupación por su bienestar y las condiciones de su hogar en California. Según los testimonios, la “Princesa del Pop” atraviesa un período de inestabilidad que ha generado alarma entre amigos y familiares.

Una situación doméstica alarmante
De acuerdo con el tabloide británico, la casa de Spears, de 43 años, se encuentra en un estado de desorden significativo. Una fuente cercana afirmó: “No limpia los desechos de los perros, no hay nadie que limpie diariamente y simplemente no está funcionando como lo haría un adulto”. Este escenario, descrito como un “desastre”, refleja un patrón de comportamiento que, según los informantes, no es nuevo para quienes la conocen. “Quienes están cerca de ella lo han visto una y otra vez”, aseguró otro allegado, aunque aclaró que no se espera una intervención formal debido a la presión del movimiento #FreeBritney, que defiende la libertad de la cantante.
Pese a las señales de alerta, algunas personas cercanas indican que Britney considera su situación actual como “normal”. “Ella piensa que está bien. No le preocupa cómo actúa, se siente normal. Es dulce y disfruta mucho ahora de su libertad”, señaló una fuente al Daily Mail. Sin embargo, la percepción mayoritaria entre su entorno es de inquietud: “La amamos, pero tememos de verdad por su futuro. No es la Britney que conocemos. Es realmente aterrador”.

Un historial de altibajos
Los problemas de Spears no son recientes. En 2007, la cantante protagonizó titulares al raparse la cabeza tras salir de una clínica de rehabilitación, y en 2008 fue internada en una institución psiquiátrica, lo que derivó en la tutela legal impuesta por su padre, Jamie Spears, y un abogado. Durante esos 13 años, Britney continuó su carrera musical bajo estricta supervisión, pero desde noviembre de 2021, cuando recuperó el control de su vida, su comportamiento en redes sociales y su manejo doméstico han sido motivo de preocupación.
En mayo de 2023, un incidente en el hotel Chateau Marmont, donde se la vio descalza, envuelta en una manta y asistida por servicios de emergencia, reavivó las alarmas sobre su salud mental. Además, videos recientes en los que aparece bailando de manera errática o manipulando cuchillos han incrementado la inquietud entre sus seguidores y seres queridos.

Relaciones familiares tensas
La relación de Britney con sus hijos, Sean Preston (19) y Jayden James (18), también atraviesa momentos complicados. Según Daily Mail, ambos viven en Hawái con su padre, Kevin Federline, y se sienten “avergonzados” por el comportamiento de su madre. Jayden, en una entrevista, expresó que reparar el vínculo con ella “tomará mucho tiempo y esfuerzo” y deseó que “mejore mentalmente”. La cantante respondió duramente en redes sociales: “Aprende a tomar un libro y lee uno antes de siquiera opinar sobre mi intelecto, cariño”.

El legado de la tutela y el movimiento #FreeBritney
El fin de la tutela, impulsado por el movimiento #FreeBritney, marcó un hito en la vida de la cantante, pero también abrió un nuevo capítulo de desafíos. Durante la tutela, Jamie Spears defendió su gestión, argumentando que los problemas de adicción y salud mental de su hija eran más graves de lo conocido públicamente. “Si se supieran todos los datos, lo aplaudirían”, afirmó ante la Corte del Condado de Los Ángeles. Sin embargo, allegados señalan que, bajo su control, Britney “trabajaba, vivía bien y su dinero seguía siendo suyo”, mientras que ahora su situación parece descontrolada.

Una libertad bajo escrutinio
Desde que recuperó el control de sus redes sociales, Spears ha compartido contenido provocador, como imágenes desnuda o bailes que han generado controversia. Estas publicaciones, sumadas a los testimonios de su entorno, refuerzan la percepción de que su libertad, aunque celebrada, viene acompañada de nuevos retos. Por ahora, quienes la rodean evitan críticas públicas para no perder el contacto con ella, mientras los fans y el mundo observan con preocupación el rumbo de una de las figuras más icónicas del pop.