Jennifer Lopez demuestra que, a pesar de su separación de Ben Affleck, mantiene una relación cercana con los hijos de su exesposo. El pasado fin de semana, la cantante fue vista en Beverly Hills disfrutando de una tarde de compras y almuerzo junto a Samuel, el hijo de 13 años de Affleck, y su propia hija, Emme. Esta salida, reportada por Page Six, resalta la conexión que López conserva con la familia de Affleck, incluso tras haber presentado la solicitud de divorcio en agosto de 2024.
Un día de compras en Beverly Hills
La aparición de Jennifer Lopez junto a Samuel Affleck marca su primer encuentro público con el adolescente desde agosto de 2024, cuando también compartieron una tarde de compras. En esta ocasión, las imágenes captadas muestran a López caminando junto a Samuel mientras observaban zapatillas en los escaparates de tiendas exclusivas como Balenciaga y Dior. Más tarde, se la vio abriendo la puerta de una camioneta para el joven, quien lucía bermudas y una camisa celeste abotonada. La presencia de Emme, hija de López, completó el grupo en esta salida familiar.
Este no es un hecho aislado. En marzo de 2024, López y Samuel asistieron juntos a un partido de los Lakers, lo que evidencia que la cantante ha mantenido un vínculo constante con el hijo de su exesposo, incluso después de la separación. Estas interacciones reflejan un esfuerzo por preservar una relación afectiva con los hijos de Affleck, a pesar de los desafíos emocionales que ha enfrentado tras el fin de su matrimonio.
Los motivos detrás del divorcio
Jennifer Lopez y Ben Affleck pusieron fin a su matrimonio el 20 de agosto de 2024, exactamente dos años después de su boda en Georgia. En los documentos de divorcio, López citó “diferencias irreconciliables” y señaló que la separación ocurrió el 26 de abril de 2024. Según una fuente cercana a People, la cantante “intentó de verdad hacer que funcionara”, pero llegó a un punto en el que “tenía suficientes razones para terminar”. La ruptura dejó a López emocionalmente agotada, aunque decidida a seguir adelante.
Los informes apuntan a que uno de los principales problemas fue la inestabilidad emocional de Affleck, cuyo comportamiento impredecible y cambios de personalidad generaron tensiones constantes. Además, sus enfoques opuestos hacia la fama agravaron las diferencias: mientras López se siente cómoda bajo los reflectores y conectando con el público, Affleck, más reservado, evitaba la exposición mediática. Este desbalance en sus personalidades creó una dinámica insostenible.
A pesar de la separación, la pareja logró un acuerdo amigable. Sin pensión alimenticia ni conflictos por activos, distribuyeron sus bienes de manera justa, incluso sin un acuerdo prenupcial. López retomó su nombre de soltera, Jennifer Lynn Lopez, y Affleck describió la ruptura como un proceso “natural” y parte de su evolución personal, aunque reconoció que hablar de ello lo hace sentir vulnerable.
Una relación que trasciende la ruptura
La salida de López con Samuel Affleck subraya que, aunque su matrimonio con Ben Affleck terminó, el vínculo con su familia permanece intacto. Esta conexión no solo refleja el cariño que la cantante tiene por los hijos de su exesposo, sino también su compromiso por mantener una dinámica familiar armoniosa. Mientras López sigue adelante con su vida profesional y personal, estas apariciones públicas muestran que su relación con los hijos de Affleck es una prioridad, demostrando que, en algunos aspectos, siguen siendo una familia, aunque de una manera diferente.
