El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció este jueves la puesta en marcha del “Plan Independencia 200”, un despliegue militar masivo en el que participarán la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), los Cuerpos Combatientes y la Milicia Nacional Bolivariana. En un acto transmitido por la televisión estatal, Maduro informó que se activarán “284 frentes de batalla” a lo largo y ancho del país, desde las costas del Caribe hasta las fronteras con Colombia, los Andes y el sur. El objetivo declarado de esta operación es garantizar “la independencia y la paz” de la nación.
Maduro, acompañado por su ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, y otras autoridades, señaló que la operación se enmarca en un concepto de “defensa integral de la nación” y de “resistencia activa del pueblo”. Hizo un llamado a la “consolidación de posiciones” y del “sistema defensivo nacional”, con el fin de asegurar que las costas de Venezuela se mantengan “libres de imperialistas, de invasores y de grupos de violencia”. El mandatario afirmó que si el país debe “volver a combatir”, lo hará por su libertad, y enfatizó que sus tierras y riquezas “jamás le pertenecerán al imperio norteamericano”.
Este anuncio se produce en un contexto de alta tensión entre Caracas y Washington. Recientemente, Estados Unidos ha movilizado ocho barcos militares, un submarino nuclear y diez aviones de combate F-35 en el Caribe, cerca de las costas venezolanas, lo que ha sido interpretado como una demostración de fuerza. El gobierno de Donald Trump ha acusado a Maduro de liderar el “Cartel de los Soles” y ha ofrecido una recompensa de 50 millones de dólares por información que lleve a su captura. En respuesta, Maduro ha advertido sobre un presunto intento de provocar una guerra en Suramérica para lograr un “cambio de régimen” y “robarle el petróleo, el gas y el oro” a Venezuela.