Las fuerzas ucranianas han lanzado una nueva ola de ataques en territorio ruso, golpeando la red ferroviaria del país en dos regiones diferentes. La inteligencia militar de Ucrania (GUR) confirmó que los sabotajes se llevaron a cabo el fin de semana, en un intento por interrumpir las líneas de suministro de Rusia y afectar la infraestructura energética que apoya el esfuerzo bélico de Moscú. En el primer incidente, una bomba en las vías del tren en Oryol dejó tres miembros de la Guardia Nacional de Rusia muertos. En la región de Leningrado, dos trenes se descarrilaron, lo que causó la muerte del conductor de uno de ellos.
Además de los ataques a la red ferroviaria, Ucrania también golpeó la refinería de petróleo de Kirishi, una de las más grandes de Rusia. El gobernador de la región informó que tres drones fueron derribados, pero sus restos provocaron un incendio en la refinería. Las autoridades ucranianas han asegurado que continuarán con su estrategia de atacar la infraestructura energética y de suministro para causar escasez de combustible en Rusia y debilitar a su ejército. El Ministerio de Defensa de Rusia, por su parte, informó que ha derribado al menos 80 drones ucranianos en territorio ruso.