Las disidencias de FARC, específicamente de la facción de Iván Márquez, están involucradas en el tráfico de fentanilo en el este de Colombia. Un reciente operativo militar contra el grupo llevó al descubrimiento de un lote de la poderosa droga, que es 50 veces más potente que la heroína. La investigación de las agencias de inteligencia sugiere que los disidentes obtienen el fentanilo de hospitales y de laboratorios clandestinos que ellos mismos operan en la selva. El fentanilo, que es una droga de uso restringido en hospitales, es utilizado por los guerrilleros para tratar a sus heridos, pero también para financiar sus operaciones criminales.
El informe de inteligencia revela que la droga, que tiene un registro de Invima colombiano, podría estar filtrándose de la red hospitalaria en Arauca. El fentanilo, que ha causado una crisis de adicción en Estados Unidos y Canadá, es vendido a 500.000 pesos por ampolla, un precio muy lucrativo para los grupos criminales. La Fiscalía y las agencias de inteligencia están trabajando para rastrear la procedencia de la droga y desmantelar los laboratorios clandestinos de los disidentes.