Una nueva masacre conmocionó a los residentes de Guayaquil tras el asesinato de cuatro mujeres en una vivienda del bloque 6 de Flor de Bastión. El crimen, que tuvo lugar la tarde del lunes 15 de septiembre, dejó sin vida a una madre de 31 años y a sus tres hijas de 15, 14 y 12. De acuerdo con información preliminar, sujetos armados irrumpieron en el domicilio y las atacaron a balazos. Se presume que una de las víctimas, la madre, estaba embarazada. Un niño, que llegó a la casa poco después, habría sido quien alertó a las autoridades al encontrar los cuerpos.
Vecinos del sector denuncian que las balaceras son un problema recurrente, y exigen a las autoridades un aumento en los patrullajes y la presencia policial para garantizar la seguridad en la zona. Este trágico suceso se suma a otro crimen múltiple ocurrido en condiciones similares el pasado 28 de agosto, también en Flor de Bastión. En ese hecho, delincuentes disfrazados de policías irrumpieron en la casa de la familia Vega y asesinaron a un hombre, su esposa y su hija, dejando como único sobreviviente a un menor de un año y medio.
La repetición de estos crímenes en el mismo sector ha generado gran alarma entre la población, que siente que la violencia se ha desbordado. El reciente asesinato subraya la necesidad de medidas más efectivas para combatir la inseguridad y proteger a los ciudadanos, especialmente a los más vulnerables. La comunidad espera una respuesta contundente por parte de las fuerzas de seguridad para evitar que más familias sean víctimas de la delincuencia.