Juan Carlos Jiménez, quien había sobrevivido a la trágica explosión de una pipa de gas en Iztapalapa el pasado mes, murió este fin de semana en el Hospital Rubén Leñero, donde permanecía internado con más del 80% de su cuerpo quemado.
Los médicos realizaron múltiples esfuerzos por salvarle la vida, pero finalmente las graves lesiones derivadas del siniestro resultaron irreversibles.
Su padre, Apolonio Jiménez, lamentó profundamente la pérdida y recordó que su hijo era el sostén de la familia. Con la voz entrecortada, expresó su preocupación por el futuro de la viuda y los nietos que ahora quedan en situación vulnerable: “No sé qué vamos a hacer”, señaló.
Mientras tanto, autoridades locales han acompañado a la familia en los trámites de sepelio y en gestiones de apoyo a víctimas. Sin embargo, la empresa gasera involucrada no ha tenido contacto con los afectados ni ha emitido postura pública sobre la tragedia, lo que genera mayor indignación en la comunidad.
La explosión, que ocurrió en una zona habitacional de Iztapalapa, dejó varios heridos y daños materiales considerables, reavivando el debate sobre los protocolos de seguridad en el manejo y distribución de gas.