La angustiosa búsqueda de Silvia Leonor Inga, una taxista informal de 41 años, ha llegado a su fin con la trágica noticia de su muerte. Su cuerpo fue hallado sin vida y en estado de descomposición al ingreso del Jardín Botánico, en el norte de Guayaquil, cuatro días después de su desaparición. La víctima fue encontrada atada de pies y manos y con impactos de bala, lo que evidencia la brutalidad con la que operan los grupos criminales en la ciudad. Silvia había sido vista por última vez el domingo 14 de septiembre, alrededor de las 17:00, conduciendo su auto de color azul, el cual fue encontrado posteriormente por la policía en un operativo que culminó con la detención de un hombre que se movilizaba en el vehículo.
El crimen ha generado un gran dolor y una gran consternación entre la familia y los amigos de la víctima, quienes la recuerdan como una mujer trabajadora y sin enemigos conocidos. La policía ha iniciado una investigación para esclarecer el crimen y dar con los responsables intelectuales del asesinato, que se enmarca en una ola de violencia que ha sacudido a la provincia de Guayas en los últimos meses. La noticia de su muerte se suma a la larga lista de crímenes que se han cometido en la ciudad, donde la impunidad y la delincuencia se han vuelto el pan de cada día.