Ante el llamado a un paro nacional “inmediato e indefinido” por parte de la Conaie, los sectores productivos de Ecuador han expresado su rechazo y han hecho un llamado a buscar soluciones a través del diálogo. Gremios como la Cámara de Comercio de Guayaquil (CCG), el Comité Empresarial Ecuatoriano (CEE) y la Cámara de Industrias de Guayaquil (CIG) han coincidido en que las paralizaciones violentas ponen en riesgo a la población, afectan la economía y vulneran la libertad de los ciudadanos.
La Asociación de Industrias de Bebidas no Alcohólicas del Ecuador (AIBE) sugirió construir consensos y evitar las paralizaciones, al estar convencidos de que los desafíos del país deben resolverse mediante el diálogo. Por su parte, la presidenta de la Cámara de Comercio de Quito, Mónica Heller, afirmó que la “fórmula de paralizar el país” cada vez que hay descontento le cuesta millones de dólares a los ecuatorianos en daños y pérdida de productividad.
Para dimensionar el impacto de este tipo de movilizaciones, las paralizaciones de junio de 2022, promovidas por la Conaie, generaron pérdidas de $1.115,4 millones, lo que representó el 1% del PIB de ese momento. El sector exportador bananero, a través de la Asociación de Exportadores de Banano del Ecuador (AEBE), también ha defendido el derecho al trabajo y la paz social, y ha hecho un llamado a las autoridades a resguardar las vías para garantizar la continuidad de las exportaciones.