El ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López, ha alertado sobre lo que ha denominado una “guerra no declarada” por parte de Estados Unidos contra su país. Según Padrino López, la presencia militar de EE. UU. en el Caribe, bajo la excusa de combatir el narcotráfico, es falsa. En un encuentro con autoridades militares, el ministro cuestionó los bombardeos a embarcaciones en la región, en los que murieron al menos 14 personas, y lamentó que estas acciones sean una “sentencia de muerte” sin derecho a la defensa.
El funcionario venezolano acusó a Washington de apelar a la lucha antinarcóticos para justificar una posible invasión militar en Venezuela y pidió a la comunidad internacional estar atenta a la situación. La postura de Venezuela se da en medio del despliegue de al menos ocho buques de guerra y un submarino de ataque rápido de propulsión nuclear, así como de más de 4.500 soldados de EE. UU. en el Caribe. En respuesta, Venezuela ha iniciado maniobras militares en la isla de La Orchila, en el Caribe venezolano, para “elevar el apresto operacional” ante la “amenaza” estadounidense.
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, también ha insistido en que el despliegue militar estadounidense es parte de un plan para forzar un “cambio de régimen” e imponer un “Gobierno títere” que satisfaga los intereses de Washington. Sin embargo, el presidente estadounidense, Donald Trump, ha negado haber mantenido conversaciones con miembros de su gobierno para planear una intervención de este tipo en Venezuela.