La nueva masacre en el sistema penitenciario ecuatoriano en la cárcel de Esmeraldas deja por ahora 13 presos asesinados, según fuentes policiales, sin embargo el número podría subir ya que primeras especulaciones daban cifras entre 10 a 25 muertos.
Informes de Teleamazonas.com detallan que al menos 13 presos fueron asesinados durante los enfrentamientos registrados desde las 03:00. Vecinos del sector reportaron múltiples detonaciones durante la madrugada, mientras que crudas imágenes difundidas en redes sociales mostraron escenas de extrema violencia, con internos decapitados y mutilados.
De acuerdo con información policial preliminar, el ataque fue perpetrado por el Grupo de Delincuencia Organizada (GDO) Los Tiguerones contra sus rivales Los Lobos, Los Choneros y otras facciones.
La violencia se habría desatado luego de que presos del pabellón C alertaran sobre un interno muerto. Al acudir a verificar, los reclusos despojaron a un uniformado de las llaves de las celdas y sustrajeron el fusil de un soldado, lo que permitió que avanzaran hacia otros pabellones.
Las ejecuciones, según las investigaciones iniciales, se habrían realizado con armas de fuego ingresadas por agentes penitenciarios.
Unidades especializadas de la Policía Nacional ingresaron en horas de la mañana para retomar el control del centro carcelario. Mientras tanto, decenas de familiares se concentraron en los exteriores de la prisión en busca de información sobre las víctimas, denunciando además posibles fugas, extremo que fue negado por las autoridades.
El Servicio Nacional de Atención a Personas Privadas de Libertad (SNAI) aún no se pronuncia oficialmente sobre lo ocurrido.
Una semana marcada por la violencia carcelaria
Este hecho ocurre apenas tres días después de la masacre en la cárcel de Machala, donde 14 reclusos fueron asesinados el lunes 22 de septiembre.
La nueva ola de violencia penitenciaria vuelve a poner en evidencia la crisis estructural del sistema carcelario del país, marcado por el hacinamiento, el control de bandas criminales y la falta de medidas de seguridad efectivas.