El Tribunal Contencioso Electoral (TCE) ratificó la condena contra el alcalde de Guayaquil, Aquiles Álvarez, por haber incurrido en inducción al voto desde su cargo, una infracción establecida en el Código de la Democracia.
La resolución impone al burgomaestre una multa económica y la obligación de ofrecer disculpas públicas, como parte de las sanciones establecidas por la autoridad electoral. Con esta decisión, el caso queda cerrado jurídicamente.
Sin embargo, la atención ahora se centra en cómo enfrentará Álvarez esta sanción: si con la humildad que exige la ley, acatando el fallo con responsabilidad institucional, o con el tono desafiante que ha caracterizado sus respuestas públicas, convirtiendo cada episodio judicial en un nuevo frente político.
Hasta el momento, el alcalde, que está concentrado en las fiestas de independencia de Guayaquil, no ha emitido un pronunciamiento oficial sobre la decisión del TCE.