Santiago Gil, asistente de cámara y operador de dron de Ecuavisa, sufrió la fractura de su mano derecha tras ser agredido por un policía con un tolete mientras cubría las manifestaciones del 12 de octubre en Quito. Pese a identificarse como prensa, Gil recibió el golpe que le causó una incapacidad inicial de 28 días, con posible necesidad de operación.
Además de la fractura, el periodista recibió el impacto de dos balas de salva, que le ocasionaron hematomas en la cabeza y cerca de la costilla. Gil relató que, tras el incidente, un uniformado lo visitó en el hospital desestimando la opción de presentar una denuncia contra el Estado.
Este ataque se suma a la lista de 28 agresiones a la prensa registradas por la organización Fundamedios por parte de la fuerza pública durante los 21 días de paro.