Un reciente estudio científico ha demostrado que la unión de microbios vivos y minerales de hierro en el suelo puede generar un sistema natural de almacenamiento de energía, apodado “batería de suelo”. Investigadores de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Kunming y la Universidad de Massachusetts Amherst descubrieron que bacterias comunes del suelo, conocidas como Bacillus megaterium, se asocian con minerales de hierro para formar una biopelícula viva que se comporta como un “condensador geoquímico recargable”. Este sistema no es un dispositivo eléctrico clásico, sino una demostración de cómo los componentes del suelo pueden trabajar juntos para almacenar y liberar energía.
El sistema, denominado “batería de biofotovoltaje y microbios del suelo”, funciona aprovechando la luz solar: al exponerse a la luz, la biopelícula absorbe fotones y almacena los electrones resultantes. La energía almacenada se libera posteriormente en ausencia de luz para desencadenar reacciones químicas que degradan contaminantes ambientales, como los antibióticos tetraciclina y cloranfenicol. El profesor Bo Pan, coautor del estudio, afirmó que “este sistema puede captar la luz solar durante el día y utilizar esa energía por la noche para eliminar contaminantes”, lo que lo convierte en una fascinante forma de descontaminación ecológica.
Los hallazgos, publicados inicialmente en Environmental and Biogeochemical Processes, abren una “nueva ventana a cómo la energía solar puede impulsar procesos biogeoquímicos incluso bajo la superficie del suelo, donde la luz solar no llega”, según el profesor Baoshan Xing. Aunque la evidencia es alentadora y destaca que “los microorganismos y minerales del suelo pueden funcionar juntos como pequeñas baterías naturales”, los científicos señalan que se requieren ensayos adicionales para determinar cómo crece esta biopelícula en granos naturales y su durabilidad en términos de capacidad de carga.