El Fondo Monetario Internacional (FMI) revisó al alza su previsión sobre el desempeño de la economía ecuatoriana para 2025, estimando que el país cerrará el año con un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del 3,2%, una cifra significativamente superior al 1,7% anunciado en abril pasado. La nueva proyección se presentó en el informe Perspectivas de la Economía Mundial en el marco de las reuniones anuales del FMI y el Banco Mundial. Este pronóstico ubica a Ecuador como el tercer país de América del Sur con mejor perspectiva de crecimiento, solo superado por Argentina (4,5%) y Paraguay (4,4%), y representa una recuperación luego de la caída del 2% del PIB registrada en 2024.
A pesar de la mejora, la estimación del FMI es menos optimista que la del Banco Central del Ecuador (BCE), que espera un crecimiento del 3,8% para 2025. En cuanto a precios, el FMI también corrigió sus estimaciones de inflación, pronosticando un 1,1% para 2025 y un 2,8% para 2026. La inflación proyectada para Ecuador en 2025 es la más baja de todo el continente. Sin embargo, el informe del organismo multilateral proyecta un escenario desafiante en el ámbito externo, con el superávit en cuenta corriente que se reduciría progresivamente, pasando de 5,7% en 2024 a 4,9% en 2025 y a 3,4% en 2026.
Además de los desafíos externos, el reporte del FMI señala un leve incremento en las proyecciones de desempleo para Ecuador. Se espera que la tasa de desempleo suba de 3,4% en 2024 al 4% en 2025, para luego situarse en 3,8% en 2026. Para el año siguiente, el multilateral prevé una expansión más moderada del PIB del 2%. El crecimiento proyectado resalta la resiliencia del país en medio de un contexto económico regional complejo.