El Gobierno anunció este domingo la suspensión del proceso de diálogo con los movimientos indígenas, argumentando que no se cumplen las condiciones necesarias para continuarlo. La decisión se da en el contexto de un paro que lleva cinco semanas en la provincia de Imbabura y que mantiene bloqueos viales en varios puntos del país.
Mediante un comunicado oficial, el Ejecutivo señaló que “no cederá ante imposiciones” que rompen los acuerdos previamente establecidos. Sostuvo que las nuevas exigencias de ciertos sectores indígenas “alteran los términos previamente acordados, cambian los actores y vulneran los compromisos”. El Gobierno reclama que las vías no han sido despejadas, los manifestantes no se han retirado y persisten las acciones violentas, lo que constituye un incumplimiento de lo pactado.
El comunicado, difundido por el Ministerio de Gobierno, indica que el Gobierno actuará “con firmeza, dentro del marco de la ley”, y no aceptará “presiones ni chantajes”. Hasta el momento, no hay una fecha establecida para retomar las negociaciones con la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), que exige, entre otras demandas, la derogación del Decreto Ejecutivo No. 126 que elimina el subsidio al diésel.