Las fuerzas de seguridad de Perú iniciaron las primeras acciones del estado de emergencia decretado por 30 días para enfrentar la criminalidad en Lima y el Callao. La Policía Nacional del Perú (PNP) lanzó el plan ‘Destello’, una “nueva ofensiva contra la delincuencia”, que ya ha resultado en la detención de decenas de presuntos integrantes de bandas criminales. En el distrito de La Victoria, se desarticuló una banda de robo y narcotráfico, deteniendo a 24 personas, 21 de ellas extranjeras.
Simultáneamente, el ministro de Justicia, Walter Martínez, informó sobre requisas en las prisiones de Lurigancho y Ancón, donde se encontraron elementos prohibidos como armas blancas y celulares. Como parte de las nuevas medidas carcelarias, se restringirán las visitas a solo una cada quince días y se ordenó un “apagón electrónico” para que las cárceles solo tengan energía para iluminación, impidiendo la carga de artefactos.
El presidente de transición, José Jerí, supervisó el comando avanzado en San Juan de Lurigancho, acompañado por los ministros del Interior y Defensa, destacando la necesidad de un nuevo enfoque. El estado de emergencia también contempla la prohibición de que dos personas viajen en motocicleta y la suspensión de derechos fundamentales como la inviolabilidad del domicilio y la libertad de reunión. Las Fuerzas Armadas brindan apoyo a la PNP en el combate al crimen organizado.