El sector camaronero ecuatoriano, que de enero a agosto de este año exportó $300 millones más que el petróleo, está experimentando un “efecto de rendimientos decrecientes” que pone en alerta su rentabilidad. Aunque el ministro de Agricultura, Danilo Palacios, elogió la resiliencia y el dinamismo tecnológico del sector en la Aquaexpo, José Antonio Camposano, presidente de la Cámara Nacional de Acuacultura (CNA), advirtió que la madurez del sector está generando un efecto contraproducente.
Camposano explicó que, a pesar de la implementación de nuevas tecnologías y el incremento en volumen de producción y facturación, la rentabilidad por libra es menor que hace tres años. “Gano menos por cada libra que produzco”, señaló, indicando que el sector solo se mantiene a flote gracias a la constante inversión en eficiencia.
Impacto del alza de costos
El sector acumula nuevos costos históricos (mano de obra, combustibles, tarifa eléctrica) y no puede licuarlos debido a la dolarización. La reciente eliminación del subsidio al diésel automotor, aunque necesaria para el déficit fiscal, golpea nuevamente al sector, sumando entre $0,015 y $0,03 al costo de cada libra producida, lo que se añade al impacto de la eliminación previa del subsidio al diésel industrial.
Camposano recomendó al Gobierno que corrija los costos excesivos, poniendo como ejemplo el sector energético, donde la ineficiencia estatal en la inversión ha provocado crisis. Insistió en que el Estado debe permitir que el sector privado asuma el control de servicios donde ha demostrado ser ineficiente para reducir los costos que asume la industria camaronera.