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octubre 31, 2025 | Actualizado ECT
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Crisis estructural: el modelo de gestión de Barcelona y Emelec, al borde del colapso

octubre 30, 2025 | 15:01 ECT

Los dos clubes más populares del Ecuador, Barcelona SC y Emelec, atraviesan una crisis económica y administrativa profunda que ha desembocado en la paralización de entrenamientos por parte de sus plantillas profesionales ante los retrasos reiterados en el pago de salarios.

En ambos casos, la raíz del problema es similar: un modelo de gestión obsoleto, basado en la dependencia de taquillas, auspicios coyunturales y préstamos personales de dirigentes, sin estructuras empresariales sostenibles ni control financiero riguroso.

Barcelona reporta una deuda cercana a USD 55 millones, mientras que Emelec acumula entre USD 25 y 30 millones. Ninguno cuenta con políticas claras de reinversión deportiva, generación de activos o fortalecimiento institucional, lo que los ha llevado a operar al borde del déficit permanente.

Modelos que sí funcionan

En contraste, los clubes sudamericanos que han logrado estabilidad y éxito deportivo —como Independiente del Valle, Palmeiras o River Plate— adoptaron modelos híbridos de gestión con las siguientes características:

  • Autonomía financiera: presupuestos equilibrados basados en ingresos fijos (patrocinios, derechos televisivos, formación y venta de jugadores).
  • Estructura corporativa profesional: presencia de directorios ejecutivos, auditorías externas y proyecciones a mediano plazo.
  • Formación y venta de talentos: prioridad en divisiones menores para generar ingresos recurrentes.
  • Inversión en infraestructura y marca: clubes sostenibles que actúan como empresas deportivas, no como entidades dependientes de la política o de sus hinchadas.

Futuro incierto

Si bien ambos equipos mantienen su popularidad y alto valor de marca, su sostenibilidad depende de una reingeniería institucional urgente, con transparencia financiera y modernización administrativa.

De lo contrario, advierten analistas, “Barcelona y Emelec podrían seguir atrapados en un ciclo de deuda, crisis y frustración deportiva”, una tendencia que ya ha deteriorado su competitividad en torneos internacionales y su reputación en el mercado futbolístico.

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