El fútbol profesional de Turquía enfrenta un grave escándalo de apuestas ilegales y manipulación de resultados que ha escalado hasta involucrar a más de mil personas. Una causa penal en Estambul decretó prisión preventiva para Murat Özkaya, presidente del club Eyüpspor, y siete árbitros, tras ser investigados por intentar alterar el desarrollo de diversos partidos.
La magnitud de las irregularidades obligó a la Federación Turca de Fútbol (TFF) a intervenir. La entidad sancionó a 149 árbitros por participación indebida en apuestas deportivas y anunció que trasladará a su comité de disciplina a 1.024 jugadores por su relación con estas actividades. Entre los futbolistas investigados hay 27 de la Superliga, la máxima división, incluyendo a jugadores del Galatasaray, Besiktas y Trabzonspor. La TFF suspendió durante dos semanas los partidos de las divisiones inferiores y busca una extensión de la ventana de transferencias invernal para que los clubes puedan rearmar sus plantillas.








