El agua potable distribuida en Guayaquil es completamente apta para el consumo de los ciudadanos. Desde el municipio se argumentó que las críticas sobre la calidad del recurso hídrico buscan hacer “politiquería” en época de campaña, señalando que la preocupación repentina por el agua de la ciudad es contradictoria con los intentos por afectar el suministro en otras localidades como Cuenca.
Se aclaró que la captación del agua del río Daule, que tiene 242 kilómetros de extensión, se realiza en su tramo final, donde es sometida a un riguroso tratamiento industrial que la entrega en condiciones seguras. Se recordó que una planta potabilizadora tiene procesos completamente distintos a una planta de tratamiento de aguas residuales. Finalmente, Aquiles Alvarez principal de la ciudad, se aseguró a los guayaquileños con total tranquilidad que el agua es segura, ya que no existen reportes de enfermedades como diarrea, urticaria, hepatitis o dolencias vinculadas al consumo de agua en la ciudad.








