El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, defendió la legitimidad de las operaciones militares contra embarcaciones vinculadas al narcotráfico en el Caribe y el Pacífico, afirmando que son parte de una estrategia para proteger la seguridad nacional. Desde la reunión del G7 en Canadá, Rubio desmintió supuestas interrupciones en el intercambio de inteligencia con el Reino Unido y subrayó que Estados Unidos tiene autonomía para definir su política de defensa, independientemente de la opinión de la Unión Europea sobre el derecho internacional. El funcionario aseguró que el despliegue militar ya ha logrado una reducción de narcolanchas en rutas marítimas clave.
Rubio identificó al régimen en Venezuela como una “organización de narcotráfico” y atacó directamente a Nicolás Maduro, señalando que “lo busca la justicia estadounidense” y que el problema central es que el líder de ese “régimen ilegítimo está acusado”. El secretario de Estado también rechazó los cuestionamientos de algunos aliados europeos sobre la legalidad de los operativos, tachando de incoherente que soliciten defensa militar para su territorio, pero objeten la presencia de un portaaviones estadounidense en el hemisferio occidental. La ministra canadiense de Exteriores, Anita Anand, confirmó que el tema no fue abordado en la agenda formal del G7.








