Un potente frente polar ha provocado un drástico y prematuro descenso de las temperaturas en el centro y este de Estados Unidos, generando una alerta por la llegada de condiciones gélidas en pleno otoño. La masa de aire frío, asociada a “lóbulos” del vórtice polar, ha permitido que el aire gélido descienda a latitudes mucho más bajas de lo habitual. Ciudades importantes como Nueva York, Washington D. C. y Boston están experimentando un cambio abrupto, con sensaciones térmicas que se sitúan cerca o por debajo del punto de congelación. Según el Servicio Nacional de Meteorología de Estados Unidos (NWS), las temperaturas podrían situarse docenas de grados por debajo de lo normal para la temporada.
La trayectoria de esta masa de aire frío continúa hacia el sur, lo que también afectará notablemente a parte del norte de México. Aunque el impacto no será tan severo como en Estados Unidos, estados como Chihuahua y Coahuila registrarán un notable descenso en sus termómetros durante los próximos días. Las autoridades han emitido advertencias por las condiciones extremas y han instado a la población a tomar precauciones ante el riesgo que suponen estas temperaturas inusuales para la salud y la seguridad, marcando el primer gran evento de frío de la temporada en Norteamérica.








