El Instituto Nacional de Migración (INM) de México deportó a diez pandilleros de la Mara Salvatrucha (MS-13) y la Barrio 18 a las autoridades de El Salvador. Los individuos, catalogados como “altamente peligrosos” y generadores de violencia, fueron entregados en el puente fronterizo Suchiate II que une Ciudad Hidalgo, en Chiapas (México), con Tecún Umán (Guatemala), en una operación coordinada.
La deportación se realizó después de que los pandilleros fueran interceptados en el sureste de México por agentes migratorios y fuerzas de seguridad. La acción es parte de la estrategia del gobierno mexicano para fortalecer la seguridad regional y evitar que estos criminales se asienten en el país. Las autoridades salvadoreñas han procedido a iniciar los trámites judiciales para su reclusión, ya que muchos cuentan con órdenes de captura por pertenecer a grupos catalogados como terroristas.








