El hemisferio norte se prepara para un cambio climático inusual, ya que un vórtice polar en pleno debilitamiento podría provocar frío extremo y nieve en diciembre, con efectos que se anticipan en Estados Unidos desde la semana de Acción de Gracias. La meteoróloga de la NOAA, Amy Butler, explicó que el aire en la estratósfera sobre el Polo Norte se está calentando rápidamente. Este fenómeno debilita la corriente de vientos que “encierran” al aire ártico, permitiendo que esa masa helada se desplace hacia regiones más al sur, lo que provoca descensos bruscos de temperatura.
Lo más inusual es el momento en que ocurre: un calentamiento de esta magnitud en noviembre es casi desconocido, pues el vórtice polar normalmente se altera en pleno invierno, entre enero y febrero. Esta rareza anticipa un diciembre más frío y nevado de lo habitual, según Judah Cohen, investigador del MIT. Aunque es difícil predecir dónde se concentrará el frío más extremo, los expertos advierten que la alteración del vórtice podría tardar semanas en volver a su curso habitual. La situación podría generar trayectorias de tormentas más activas, complicando los sectores energético, agrícola y de transporte durante la temporada festiva.








