El presidente de Colombia, Gustavo Petro, revivió su enfrentamiento con el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, desafiándolo directamente a intentar arrestarlo. El mandatario hizo referencia a las supuestas intenciones de incluirlo en una lista de narcotraficantes y ponerle el “piyama naranja” de prisionero. Durante un discurso, Petro le envió un mensaje directo al líder estadounidense, retándolo: “Y entonces le tengo que decir al señor Marco Rubio, hermano, ‘si me va a meter preso, a ver si puede’. Si me quiere poner la ¿cómo es?, ¿la piyama naranja? Inténtelo. Pero este pueblo no se le arrodilla”.
Petro descalificó a los “señores colombianos y señoras colombianas” que supuestamente hablaron con Rubio para que convenciera al presidente Donald Trump de encarcelarlo, argumentando que estos sí tienen “relaciones políticas y familiares con el narcotráfico en Colombia“. El presidente colombiano también se refirió a los “odios del pasado” de Marco Rubio, señalando que ningún colombiano es culpable de lo que le sucedió a su abuelo o a su padre en Cuba. El incidente surge en un contexto de tensiones diplomáticas, en las que el presidente Petro reafirma su posición de soberanía frente a Estados Unidos, insistiendo en que “A Colombia no se le da órdenes de arrodillarse”.








