Investigadores de la Universidad de Washington han advertido sobre el reconocimiento formal del síndrome de hiperémesis cannabinoide, una afección ligada al consumo crónico de cannabis que provoca dolor abdominal severo, náuseas y vómitos. La condición, que desafía la percepción común de la planta como un agente anti-náuseas, fue incorporada por la organización mundial de la salud (oms) en su manual internacional de enfermedades con el código diagnóstico r11.16, lo que facilita su identificación y monitoreo. Este avance permite agrupar los casos en los registros de pacientes, simplificando la investigación de patrones y recurrencias de la enfermedad.

El síndrome se caracteriza por episodios cíclicos, que se repiten varias veces al año y persisten durante días tras el consumo, llegando a generar miles de dólares en gastos médicos por paciente debido a la repetición de visitas a urgencias. El tratamiento es limitado, dado que los medicamentos convencionales contra la náusea a menudo no son efectivos, obligando a los especialistas a recurrir a alternativas como cremas de capsaicina o el uso de haldol, y observándose que las duchas muy calientes ofrecen un alivio temporal. Un desafío adicional es que los pacientes con este diagnóstico suelen rechazar la idea de que el cannabis, incluso usado terapéuticamente, sea la causa del problema. Los expertos esperan que la formalización de este código impulse nuevas investigaciones sobre la verdadera dimensión de la hiperémesis cannabinoide.








