El Cartel de los Soles, una organización criminal que Estados Unidos atribuye al Gobierno de Nicolás Maduro y a la cúpula militar de Venezuela, fue designada oficialmente como grupo terrorista extranjero (FTO, por sus siglas en inglés) por el Departamento de Estado estadounidense. Esta decisión coincide con el despliegue del mayor contingente militar de Estados Unidos en el Caribe en décadas, elevando la tensión con Caracas. La designación oficial del grupo como terrorista le otorga a la administración del presidente Donald Trump herramientas adicionales para incrementar la presión sobre el gobierno de Maduro. Aunque la existencia de este grupo, supuestamente integrado por militares venezolanos (cuyo nombre provendría de las insignias en forma de soles que lucen los generales), se menciona desde los años noventa, las investigaciones de la DEA se oficializaron en marzo de 2020.
Fue en ese momento cuando el Departamento de Justicia reconoció formalmente la existencia del cartel y señaló a Maduro y al ministro de Interior venezolano, Diosdado Cabello, como sus líderes. Bajo este argumento, Estados Unidos ha ofrecido una recompensa de 50 millones de dólares por información que permita la captura de Maduro y otros presuntos miembros de la organización. El gobierno venezolano niega rotundamente la existencia del grupo —una postura que comparte Colombia— y acusa a Estados Unidos de difamación para desestabilizar el país. No obstante, gobiernos como los de Ecuador, Argentina y Paraguay, así como el Congreso de Perú, han reconocido a la banda como organización terrorista. El centro de investigación independiente InSight Crime describe al cartel como un grupo “no jerárquico ni ideológico” cuya estructura se basa en “una red difusa de células” incrustadas en las instituciones públicas venezolanas, especialmente en el Ejército.








