El colesterol alto es considerado uno de los factores de riesgo principales para el desarrollo de enfermedades cardíacas, la causa más frecuente de muerte en América Latina. Si bien el colesterol es esencial para diversas funciones corporales, su exceso puede acumularse en las arterias y generar graves consecuencias cardiovasculares. Según especialistas de Harvard Medical School y el portal Healthline, es fundamental conocer tanto los factores de riesgo modificables como los inmodificables para enfocar la prevención de manera efectiva.
Entre los factores inmodificables que elevan el riesgo se encuentran la edad —mayor en hombres a partir de los 45 y en mujeres desde los 55 años (postmenopausia)— y los antecedentes familiares de enfermedad cardíaca temprana. La hipercolesterolemia familiar, una condición genética, agrava el riesgo. Respecto a los factores modificables, la dieta rica en grasas trans, saturadas y azúcares, el sobrepeso, el tabaquismo y la inactividad física influyen directamente, al deteriorar los vasos sanguíneos y alterar los niveles de colesterol “bueno” (HDL). Harvard subraya que dejar de fumar es una de las medidas más eficaces, junto con el control de la presión arterial y la diabetes tipo 2, para mantener la salud cardiovascular.








