Elton John, el ícono del pop que ha cautivado al mundo con himnos como Rocket Man y Your Song, ha abierto su corazón en una confesión cruda y conmovedora sobre los momentos más oscuros de su vida reciente. En una entrevista exclusiva con The Sunday Times, el músico de 78 años detalla cómo la progresiva pérdida de visión, causada por una infección ocular grave en 2024, lo ha sumido en un “devastador” torbellino emocional. “Ha sido lo más duro que he enfrentado en décadas”, admite John, cuya resiliencia ha sido puesta a prueba no solo en el escenario, sino en la intimidad de su hogar.

Todo comenzó en el verano de 2024, durante una gira por Estados Unidos. Lo que parecía un simple dolor ocular en su ojo derecho se transformó en una pesadilla médica. Una infección bacteriana no tratada a tiempo derivó en una úlcera corneal que destruyó irreversiblemente la córnea, dejando a John con una visión borrosa y casi nula en ese ojo. “Desperté una mañana y no podía ver nada más que sombras. Pensé que era temporal, pero los médicos me dijeron que era permanente”, relata el artista en la entrevista. Tras múltiples cirugías fallidas y meses de tratamiento con gotas antibióticas y esteroides, la realidad fue implacable: la ceguera en un ojo es ahora un hecho, y el izquierdo muestra signos de deterioro similar debido a su diabetes tipo 2, diagnosticada hace años.

Los meses siguientes fueron un calvario. John, acostumbrado a una vida de reflectores y giras mundiales, se vio confinado a su mansión en Windsor, Inglaterra, luchando no solo con la oscuridad física, sino con una depresión profunda que lo llevó a cuestionar su identidad. “Me sentía inútil. ¿Cómo iba a componer, a tocar el piano, si ni siquiera podía leer las partituras o ver las teclas con claridad?”, confiesa. En un pasaje especialmente emotivo, describe noches enteras llorando solo en su estudio, rodeado de premios Grammy y discos de platino que de repente parecían insignificantes. “La fama no te prepara para esto. Es como si el mundo se apagara de golpe, y tú quedas a oscuras, preguntándote si alguna vez volverá la luz”.

Pero en medio de la tormenta, el apoyo de su familia ha sido el ancla. David Furnish, su esposo desde 2005 y padre de sus dos hijos, Zachary (14 años) y Elijah (12), ha jugado un rol pivotal. “David me ha salvado la vida. Me lee libros, me describe los atardeceres que ya no veo, y me obliga a salir a caminar aunque odie admitirlo”, dice John con gratitud. Sus hijos, a su vez, han adaptado rutinas cotidianas para incluirlo: Zachary le enseña canciones nuevas en braille musical, mientras Elijah organiza “noches de cuentos” donde la familia se reúne a imaginar historias. “Ellos me recuerdan que no soy solo Elton John, el cantante; soy papá, esposo, y eso es lo que importa ahora”, reflexiona.

Médicamente, los pronósticos no son alentadores, pero John no se rinde. Está en lista de espera para un trasplante de córnea en el ojo derecho, un procedimiento que podría restaurar parte de la visión si tiene éxito. Mientras tanto, ha incorporado terapias de rehabilitación visual y un asistente de voz impulsado por IA para componer. “No voy a dejar que esto me detenga. Tengo planes para una gira acústica en 2026, adaptada a mi nueva realidad”, anuncia con su característico optimismo. Esta no es la primera batalla de John: ha superado adicciones, el VIH en los 90 y un divorcio en los 80, pero esta ceguera lo ha obligado a redefinir el éxito. “La verdadera vista está en el corazón. He perdido un ojo, pero he ganado perspectiva”, filosofa.

La revelación de John llega en un momento en que la salud mental y las discapacidades invisibles ganan visibilidad en Hollywood. Su fundación, la Elton John AIDS Foundation, ya ha ampliado esfuerzos para incluir apoyo a personas con discapacidades sensoriales. Fans y colegas, desde Bernie Taupin —su letrista de toda la vida— hasta estrellas como Lady Gaga, han inundado las redes con mensajes de solidaridad. “Elton nos ha dado tanta luz; ahora es nuestro turno de devolvérsela”, escribió Gaga en Instagram.
Esta historia no es solo de pérdida, sino de renacimiento. Elton John, el “Capitán Fantástico”, demuestra una vez más que su legado trasciende la música: es un testimonio de vulnerabilidad humana y coraje inquebrantable. Mientras el mundo espera su regreso al escenario, su sinceridad ilumina un camino para todos aquellos que enfrentan sus propias sombras.








