Los bomberos de Hong Kong continúan la búsqueda de más de 250 personas desaparecidas, un día después de un devastador incendio en un complejo residencial que causó la muerte de al menos 55 personas. El siniestro, catalogado como el más grave en décadas en el principal centro financiero del país, afectó un conjunto de ocho edificios con 2.000 departamentos. Aunque el fuego está “bajo control” en gran parte de la zona, los equipos de emergencia aún luchan contra focos activos.
La policía ha detenido a tres trabajadores tras vincular el desastre con el abandono de materiales inflamables durante labores de mantenimiento. El líder local, John Lee, anunció una revisión de todas las urbanizaciones donde se realicen obras importantes. El incendio, que además dejó a más de 900 personas en albergues temporales y 61 hospitalizadas, se propagó rápidamente de un edificio a otro, favorecido por el viento y los escombros. La Comisión Independiente contra la Corrupción de Hong Kong abrió una investigación completa sobre la posible perversión en el proyecto de renovación del complejo afectado.








